Algunas
canciones no sólo te traen recuerdos, te traen palabras, que unidos hacen un
sombrero en contra de los malos pensamientos. La lluvia también trae recuerdos
y palabras, que arman el ambiente necesario a la nostalgia, de las muchas
tardes que en vida me senté a escribir frente a una ventana, donde la lluvia
era la principal protagonista. La que más recuerdo, es aquella en que aprendí a
que la vida es sólo un suspiro, que se repite a sí mismo.
Estaba
sentada en mi sillón, en una casa vacía de ilusiones, llena de temores y desazones. Sólo estábamos mi sillón y yo,
esperando que llegara la soledad o la muerte, que para el caso de mi sillón era lo mismo. Cerca tenía
al mar para arrullarme, y lejos tenía los recuerdos que nunca me habían
pertenecido, y que yo, aún insistía en llamarles míos.
Desde la
ventana pude ver el mundo pasar, el viento correr y llevarse de paseo una hoja
juguetona, que ya no quería quedarse más tiempo rendida a los pies del árbol;
una hoja amarillenta que ya tan sólo esperaba volver de donde había venido, y
que todavía así tenía las ansias de remontar el viento sin ningún otro
prejuicio que conocer lo que en una vida, ya pasada, no había vivido. Seguí con
mis ojos a la valiente hoja que volaba con sigilo, a la valiente hoja que, aún
casi sin el color de la vida, tenía deseos de remontar el viento, y conocer esa
parte oscura que aún le faltaba por ver. Me entraron unas ganas de ser esa hoja, y viajar en mi propio viento;
de navegar por esos mares que todavía me daba el tiempo para conocer, sin
embargo la pequeña hoja fue más valiente.
Entonces
escuché una voz suave y serena, ligera y transparente: el ciclo se repite. Entonces cerré los ojos, y vi la frágil vida de
la hoja; la vi en cada camino que en otros
tiempos caminé; la vi a cada paso
observándome correr, con una energía ya pasada, yendo y viniendo sin más no
poder, tras algo que no recuerdo ya, pero que sin duda en su momento fue importante.
Ahora me veo como estoy, ahora soy yo la hoja en mi corazón. Me quedo estática,
esperando la hora que pierda de la
vida el color, mientras observo a quien me observaba sufriendo por querer ser
ella, cuando ella en su momento sufrió por querer ser yo.
Fenixlit.
Princess!!:)... Extrañaba tus relatos mágicos, como este que dicen tantas cosas en un solo instante que lo lees. Me gusto mucho la manera en que lo desarrollas, tiene un aire nostálgico, en donde la protagonista hace reflexión del pasado, y de lo que aprendió de el, sobre todo en estas lineas: Ahora soy yo la hoja en mi corazón, me quedo estática, esperando la hora de que pierda de la vida el color, mientras observo a quien me observaba sufriendo por querer ser ella, cuando ella en su momento sufrió por querer ser yo. Es como una referencia a las personas que buscan parecerse a alguien a quien admira y de tanto buscar, pierden su propia personalidad y lo que los rodea. Excelente relato princess! Espero que podamos hablar pronto! cuidate tkm!!!!:)
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