UN LUNES DISTINTO


Era lunes y como tradición los lunes no eran el mejor día para mí, en realidad siempre había sido muy torpe así que ningún dia solía ser bueno para mí, solo sé que aquel lunes empezó de un modo distinto, desde niña había vivido sumergida en tinieblas por lo que supongo que mi torpeza tenía una buena excusa, pero la verdad era que aquel lunes no la sentí rondarme,  a excepción de aquel momento. Me desperté aquella mañana como todos los días deseando tener ojos para ver la alborada, pero convencida por días pasados de que no siempre pasan las cosas que queremos si no las que deben pasar, al salir del baño después de levantarme  oí que alguien tocaba la puerta  al abrir reconocí a  mi amigo Van por la armoniosa voz de locutor  que lo caracterizaba
-          Que haces aquí tan temprano Van? Es sábado y sé que te levantas tarde- le dije en tono de broma
-          Es que he tenido una idea, que tal si nos vamos hoy a la playa, ¿te parece?, he tenido un sueño y quisiera contártelo, además le he pedido prestada a mi hermano su casa en la costa, podremos pasar allí dos días muy bonitos, ¿te animas?- me pregunto entusiasmado
-          Pues- y entonces recordé que no tenía nada más que hacer aquel fin de semana , la única buena expectativa  era la que Van me ofrecía
-          ¿Y?
-          Pues…creo que es una buena idea
-          Pues vamos…te ayudare a recoger tus cosas- y me sostuvo entonces hasta que llegamos a la habitación, pues aunque el sabia a la perfección que podía vivir sola sin problemas siempre suponía que hacer cosas como encontrar mi habitación o empacar era algo para lo cual necesitaba ayuda
-          Bueno, creo que ya terminamos- dije después de recoger un par de cosas, después de todos serian solo dos días- estoy lista

desde pequeños Van había sido mi mejor amigo, había sido mis ojos desde el momento en que nos conocimos, había sido en ocasiones  mi voz y mis oídos, le debía muchos buenos momentos , muchas risas , carcajadas , abrazos , noches de cine , paseos de otoño, visitas al cementerio en su compañía, su consuelo  y más que nada la valentía de haber  aprendido a vivir en tinieblas y yo sola cuando así pude, el había sido mi apoyo y era algo que no podría pagarle nunca, el único amigo entre tantos conocidos y olvidados, que permaneció conmigo en mis peores momentos, y que en aquellos tiempos en que aprendí a vivir solo nunca  dejo de alegrarme con sus visitas.
-          Las olas están fuertes hoy no Van?... el mar parece picado- le dije entre risas mientras intentaba sostenerme, pues las olas no me dejaban con facilidad-será mejor que regrese
-          No espera- y me tomo de la mano- porque no te quedas un poco más , si tienes miedo yo te sostengo- me dijo, en eso una ola nos tumbo a los dos y  me golpeo directamente en la cabeza por lo que caí encima de Van, aunque trague un poco de agua no me paso nada mas, pero él se preocupo tanto que salimos y  después de un rato regresamos a la casa y como estaba exhausta me dormí de inmediato, al llegar la mañana abrí los ojos  y me sorprendí pues podía ver con toda claridad las cosas que nunca desde que tenía memoria había podido ver con mis ojos inútiles, y entonces sin poder contener la emoción salí corriendo a buscar a Van  pues si alguien debía de compartir conmigo aquel momento milagroso debía ser el , me lo encontré en la cocina preparando el desayuno , entonces sin poder contener mas mi grito de alegría le dije
-          Van podrías pasarme la mantequilla que está en el recipiente azul- el iba a hacerlo cuando se voltio boquiabierto
-          Como sabes que es azul?- me pregunto confundido
-          Como puedo ver que llevas una camisa roja con rayas blancas- le respondí muerta de risa, y sin tener que explicárselo mas comprendió y me abrazo con todas sus fuerza- no me aprietes tanto, no quisiera quedarme sin aire ahora que  he recuperado lo que me faltaba- le dije aun muerta de risa
-          Como es que paso esto- me miro sorprendido- cuando te acostaste eras
-          Ciega?...pues si solo que la parte en la que despierto sin ceguera no podría explicártela – le respondí con seguridad de que estaba  viéndolo por primera vez directo a los ojos
-          Bueno…en realidad no importa, lo único que interesa es que lo disfrutes por todo el tiempo que no pudiste
-          24 anos supongo que son pocos, necesitaría unos 40 más me parece jajá-
-          Eres muy hermosa yen  tienes tiempo suficiente– me dijo de pronto con mucha seriedad y como aun me tenia abrazada me sentí un poco nerviosa, en intente separarme pero me tenia sujeta por la cintura y de alguna forma no podía dejar de mirarlo a los ojos.
-          Gracias- atine a decirle en tono de broma intentando contrarrestar sus seriedad
-          Necesito contarte un sueno que tuve- y entonces me soltó y me tomo de la mano, me condujo a la terraza y allí desde donde podíamos ver el mar nos sentamos un rato a conversar- el sueno que tuve pues… en el sueno yo te pedía que visitáramos el mar, al llegar a aquel lugar yo te sostuve hasta donde pudiste llegar en el agua y luego una ola te cubrió de pronto, yo aun te sostenía por lo que debía de soportar la ola junto a ti, sentía que la ola te apartaba de mi, que podrías escaparte de mis manos si no te sostenía bien, entonces  sentí que talvez estaba perdiendo el tiempo, entonces en eso la ola te arranco de mis manos y me expulso del mar, entonces me di cuenta que ya no volvería a verte,  me desespere y por más que intente entrar de nuevo a salvarte no pude encontrarte, llore como un tonto porque  te había perdido porque no te había sujetado bien  ….lo sentía tan real… que al despertar  sentí que no podía seguir ocultándolo más debía de decirte lo que sentía por ti, lo que siento desde hace ya muchos años, desde que deje de ser un niño y me di cuenta la maravillosa mujer que eres, desde que me di cuenta que te necesito  yen, supuse que imitar a mi sueño  y traerte a la playa no era mala idea  por lo que se me ocurrió hacerlo hoy, espero que esto no te abrume, sabré entender tu decisión aunque no sea lo que desee escuchar , como tú misma dices, las cosas no son lo que uno quiere si no lo que tienen que ser, en este caso particular es un poco distinto  yen…son lo que tú quieras que sean yen, he sido siempre tu amigo,  y lo seguiré siendo si no deseas que seamos algo más.
-          Yo- entonces no pude evitar sonreír, pues en mi pasado Van llenaba mis recuerdos , los malos y los buenos él siempre estaba presente junto a los demás fantasmas de mi pasado, junto a mis padres ya muertos, a mis tíos lejanos, a mis amigos ocasionales, él era el único persistente en todos ellos- supongo que hay situaciones en las que uno puede decidir- le respondí sonriendo- y esta es una de esas … deseo aceptar lo que me propones querido Van …aunque no lo creas yo también siento lo mismo desde que recuerdo que no ha faltado tu mano cuando la he estado buscando.
De todo aquello lo que más recuerdo, es que hay veces en que la vida nos deja alzar la voz, y nos deja decidir qué será lo que vendrá después, y depende de nosotros decidir si pasara lo que queremos o simplemente dejaremos que el destino nos sorprenda…ambas opciones parecen ir separadas, pero hay veces que como el sol y la luna durante un pequeño eclipse  se mezclan y ya no se distingue cual es cual, si ha sido tu decisión  o a sido lo que ha debido pasar…
Fenixlit 

Comentarios

  1. Me alegro de que le gustaba las fotos son de Andalucía

    Historia interesante de un día en el mar, me gustó leerlo

    Hola queridas

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Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer(paulo cohelo) y a eso le sumo estarias dispuesto a cambiar de rumbo por unos minutos