El TROBADOR DE LA FUENTE DE BLACKMOUTH(PARTE 1)


Bibidi babidi bu las cosas simplemente no desaparecen con magia como me decía mi abuela, o eso descubrí aquella noche, venia caminando en la soledad del camino con mi pequeño atado al hombro decidida a dejar atrás al conglomerado de personas que me comerían viva si descubrían que yo había provocado el desastre que verían al despertar por la mañana al asomarse a la pequeña y céntrica plaza del pueblo, el desastre se comprendía de un montón de fruta desperdigada por toda la plaza por culpa de una persecución que igualmente había acabado con mis perseguidores desparramados por toda la plaza cubiertos de fruta hasta la medula, si bien no me enorgullecía de ello no me arrepentía de haberles hecho pagar mi humillación con la suya propia, al despertarse los aldeanos los verían cubiertos de fruta con todas sus túnicas manchadas y cubiertos de moscas por todas lados sin poder recordar qué los había aturdido
En los dos días que me tomo alejarme por completo del peligro de ser perseguida  un pequeño gatito gris se me unió en la caminata determinado a no perderme de vista pues cada vez que me desviaba del camino ahí estaba el pequeño gatito haciéndome cola hasta que entre al pueblo que me dirigía
Llegué al próximo pueblo sin un rastro en mi viejo vestido azul  del delito que me perseguía en la conciencia, determinada a olvidar el incidente y proseguir con mi camino deseosa de continuar con lo que mejor sabía hacer, escribir bellas cartas con mi pulcra caligrafía mi única herencia materna y la facilidad que tenia de atraer problemas según descubrí después igual que mi padre en sus tiempos mozos,  a veces solía divertirme con la cantidad de líos en los que me metía y  a veces metía a otros, en aquellos días en que llegue al poblado de  darkmouth  hubiera jurado que el trovador de la fuente que adornaba la pequeña plaza del mercado había estado callado hasta que me oyó acercarme poco a poco a él, hubiera jurado que la canción que había comenzado a tocar con las cuerdas de su guitarra un poco gastada por el uso  la había escrito para mi pues la música casi en todo tan solo con la melodía, me acompañaba en algunos de los pasajes de mi pasado, la canción no era de amor si no de la vida pero aun así me hacía pensar en el incidente de las frutas  porque en él había dejado un poco de mi atrás, aunque hubiera sido mejor idea seguir otro camino me acerque a la fuente y me senté no muy lejos del trovador que en ningún momento aparto la vista de su guitarra e incluso en ocasiones los cerraba en una inspiración que a veces me parecía dolorosa de ver pues aunque la canción no era tan triste el parecía sentirla en cada fibra de su ser.

-          La canción que cantabas- comencé a decirle con timides temiendo que no me escuchara- ¿de quién es?... ¿es tuya?
-          Si…la he escrito justo aquí en esta fuente, aquí es donde suelo venir a inspirarme, la claridad del agua suele ayudarme a disiparme- me dijo con voz melodiosa y casi en verso- ¿quién eres tú?.... ¿una viajera mas?- me pregunto estaba mirándome con atención
-          Pues si…no puedo decir que pertenesco a este lugar ni al lugar que acabo de dejar- le conteste  dejando escapar un suspiro
-          ¿Eso te incomoda? ¿No ser de ningún lado?- y entonces se me acerco con su guitarra en la mano
-          No…lo que me incomoda es no saber que se siente responder de otro modo- le dije con tristeza
-          Creo que si tuvieras el mismo deseo pero alreves te sentirías igual
-          ¿Cómo que alreves?
-          Si pertenecieras a algún sitio y  aun asi no te sintieras conforme con eso responderías del mismo modo… ¿no crees?
-          Supongo que si…pero lo que mas me duele de no pertenecer ya mas a mi viejo lugar  es no tener el mismo destino de una joven común
-          ¿Y para que quieres el destino de una joven común?- dijo confundido
-          Una joven común hubiera podido casarse en vez de salir huyendo dejando un desastre detrás como deje yo- le dije sin pensar
-          ¿Cuál desastre?-me pregunto curioso, lo vi , vi sus ojos claros y grises que me dejaban ver a mi antojo todos sus pensamientos y me di cuenta que podia confiarle a el la verdad porque de algún modo el tenia algo que hacer en aquel lio que era mi vida y yo tenia que facilitárselo
-          El pueblo…el pueblo que acabo de dejar …su plaza…esta cubierta por un monton de fruta de algún pobre vendedor al cual aruine porque termine defendiéndome con sus productos pues me perseguían unos tontos que querían burlarse de mi…querían humillarme y al final termine humillándolos a ellos y hechando a correr fuera de alli…son los hijos del brithen del area y como tal se creen que pueden hacer lo que les plazca sin que nadie los detenga
-          Entonces el brithen no es muy bueno haciendo su trabajo- dijo de forma resuelta como si el fuera juez en aquellos acontecimientos
-          No…el es muy justo pero…no conoce esa faceta de sus hijos…o de su hijo mas bien
-          ¿Hay uno en especial?
-          Si…su nombre es …su nombre es Donad tiene unos 23 anos es unos 4 anos mas grande que yo, en el pueblo que me crie que es el mismo que acabo de dejar, quedaron pocos niños después de la invasión de los bretones  y donad y yo eramos uno de esos pocos niños entre los 2 hijos sobrevivientes  del hermano del brithen y algunos aldeanos sumábamos unos 10 yo estaba mas cerca del brithen porque mi padre trabajaba en su casa como su secretario, no era que tenia muchos privilegios pero los hijos del brithen y sus primos asi como algunos niños que pertenecían a la servidumbre como yo jugábamos  como iguales en el patio trasero que era que daba al bosque, donad se hizo muy amigo mio con el tiempo pero llego un momento en que debió partir a la gran capital para recibir una mejor educación y convertirse en un buen sucesor para su padre, cuando se fue yo tenia unos 8 anos, y antes de que regresara pasaron unos 10, aunque recibia noticias suyas por lo que comentaba mi padre durante la cena todo cambio cuando mi padre murió, no deje de tener un trabajo como escribiente al lado del brithen y una cama calida pero todo empeoro cuando regreso su heredero, donad había cambiado mucho en esos 10 anos y…- entonces recordé que hablaba con un perfecto extraño y no pude evitar callarme, el me sonrio y comenzó a cantar mientras rasgaba su guitarra

Comentarios

  1. Hola: veo que sigues con tu hermosa capacidad de escritura y con tus ganas de envolver a la gente con tus relatos. Enhorabuena por el escrito que enriquece mi pensamiento.

    Saludos.

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Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer(paulo cohelo) y a eso le sumo estarias dispuesto a cambiar de rumbo por unos minutos